¿Notas que duermes peor que antes? ¿Te preocupa que el insomnio pueda pasarle factura a tu salud? El estrés podría estar detrás de este problema común que cada vez afecta a más gente en el mundo.
No obstante, la parte positiva es que tiene solución, y que la lista de consejos que te presentamos a continuación podrá devolverte a dormir las 7 u 8 horas diarias de sueño que se recomiendan.
El estrés y la calidad del sueño tienen una relación bidireccional, según la cual el estrés modula la cantidad de sueño y, al mismo tiempo, la cantidad y calidad del sueño influyen en los niveles de estrés. Por tanto, es muy probable que una persona estresada no duerma bien, del mismo modo que otra persona con insomnio tendrá más posibilidades de sufrir estrés.
Para romper este ciclo, es necesario tener unas pautas de descanso que te presentamos a continuación.
Puede que te encante el café y que no puedas vivir sin tu taza diaria de esta popular bebida, pero si tienes problemas para descansar lo mejor es que no te excedas, y sobre todo, que regules su consumo por la tarde. Esto es porque el efecto de la cafeína se mantiene por unas 7 horas en nuestro cuerpo, que es el tiempo aproximado que pasa desde que comemos hasta que nos acostamos.
Podrás sustituirlo por otras bebidas energizantes que no contengan cafeína, como el té matcha, que además tiene un gran poder antioxidante. Y si no quieres renunciar a tu café por la tarde, elije una versión descafeinada y no tendrás problemas para conciliar el sueño.
Los excesos con la comida no son buenos para la salud general, y tampoco se recomiendan justo antes de irte a la cama. Sobre todo, cuando se produce una elevada ingesta de carbohidratos, grasas y azúcares, que provocan molestias estomacales y dificultan el descanso.
Si quieres coger el sueño rápidamente y dormir sin sobresaltos, consume alimentos ligeros en la cena, y en cantidades moderadas. Existen cientos de opciones como ensaladas, pescado, tortillas, purés o cremas de verduras, consomés…
Lo mejor para conciliar el sueño es sentirse cansado. Y para ello hay que someter a nuestro cuerpo a cierto desgaste físico, como el que se consigue cuando haces deporte.
No importa si haces running o senderismo, vas al gimnasio, o realizas cualquier deporte de equipo. Lo importante es sudar.
Pero, ¡ten cuidado! Procura no hacer deporte justo antes de acostarte o la excitación provocada por la actividad física no te dejará dormir.
Las luces son tu principal enemigo a la hora de acostarte. Cuanto más brille una luz y más artificial sea, más dificultad para dormir, pues el cuerpo detecta que es de día y no se predispone a descansar, sino todo lo contrario. ¡Se activa!
Por eso se recomienda alejarse de dispositivos electrónicos al menos media hora antes de acostarse. Otro truco: apaga las luces y enciende una lámpara con luz tenue mientras realizas una actividad relajante como meditar, leer o estirar.
Si aun después de haber seguido estas recomendaciones no consigues conciliar el sueño, tranquilízate, pues todavía hay algo que puedes hacer.
Levántate de tu cama y busca un lugar de la casa en el que desconectar de ese espacio y volver a un estado de relajación: el sofá, otra cama que tengas en casa…
La melatonina es una hormona presente en nuestro cuerpo que se encarga de regular el ciclo del sueño. ¡Y el extracto de cereza puede aportarte hasta un 20% de melatonina de origen natural mediante nuestro complemento alimenticio Zenex!
Zenex ha sido específicamente creado para contribuir al sueño de calidad y abordar el estrés y la ansiedad. Así que ahora puedes plantarle cara al insomnio simplemente tomando una cápsula de Zenex antes de irte a dormir.
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