Casi toda nuestra vida discurre en ciclos que se abren y se cierran, recreándose incesantemente, una y otra vez. El pelo tiene su propio ciclo vital y aunque un 90% de nuestra masa capilar permanece habitualmente en fase de crecimiento (o fase anágena), en ocasiones muy concretas, puede caer de manera brusca llamando nuestra atención y la de las personas que nos rodean.

Cuando llega septiembre el verano da paso a un otoño que progresivamente se instala en el termómetro bajando las temperaturas. Otros factores que acompañan la nueva estación son: menos horas de luz solar, aumento de la carga laboral, peor calidad del descanso, estrés, cambios en la alimentación… alteraciones que pueden interferir en nuestro equilibrio metabólico y hormonal. Si a esto le sumamos las agresiones habituales que sufre nuestro cabello durante las vacaciones: calor, humedad, cloro, sal, exposición solar sin protección, cambios en la higiene… aumentan las probabilidades de alterar el ciclo vital de nuestro pelo provocando un fenómeno conocido como efluvio telógeno.

El efluvio telógeno es una caída de cabello de inicio brusco, carácter difuso e intensidad moderada, que se produce al entrar una gran cantidad de folículos pilosos en fase de caída, también llamada fase telógena. Suele ser un fenómeno temporal y autolimitado, además de reversible. Muchas personas desarrollan este tipo de alopecia en la temporada otoñal debido a los factores que comentamos anteriormente, además de guardar cierta relación con nuestro origen mamífero (muchos animales renuevan su pelaje en esta temporada).

Si habitualmente perdemos una media de 100 cabellos al día, en otoño podemos llegar a duplicar esta cifra, encontrando un exceso de pelo en el peine, la ropa, el baño y el resto de la casa.

¿Qué podemos hacer para prevenir esta caída de cabello otoñal?

Como siempre, empezamos nuestras recomendaciones invitando a una alimentación sana y equilibrada, la práctica de ejercicio físico habitual y una buena programación del descanso. Además, el manejo del estrés y la gestión emocional serán un estupendo aliado en esta temporada. Pero no olvides una correcta higiene del pelo utilizando productos de calidad y los consejos de los mejores profesionales.

Suplementación ¿sí o no?

Aunque la alopecia estacional, o efluvio telógeno de otoño, suela acontecer de manera transitoria y reversible, muchos profesionales recomiendan acompañar estos episodios con complementos alimenticios que reúnan todo lo necesario para que el pelo se desarrolle correctamente.

Nosotros, como no podía ser de otra manera, te vamos a recomendar el nuevo lanzamiento de Bioksan: Capilex®.

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Un complemento alimenticio elaborado con ingredientes 100% naturales a base de ácidos grasos Omega 3 (EPA/DHA), con interesantes beneficios para la hidratación y protección del folículo piloso y el cuero cabelludo; aceite de pipas de calabaza (Curcubita pepo), Saw palmetto y Pygeum africanum, fitoterápicos que inhiben la enzima 5-alfa-reductasa, involucrada en la alopecia androgenética (de causa hormonal); extracto de bambú como fuente de silicio, mineral que favorece el crecimiento del pelo y las uñas; Vitamina E, zinc, hierro, Niacina, Biotina, Ácido pantoténico y Piridoxina, vitaminas y minerales indispensables para nutrir el cabello desde la raíz hasta la punta.

Con un diseño exclusivo e ingredientes de la mejor calidad, sin gluten ni lactosa, en una única toma al día, Capilex® llega justo a tiempo para cuidar la salud de tu cabello, piel y uñas.

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