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La prediabetes ofrece una ventana única para evitar el desarrollo de la diabetes, y los cambios en el estilo de vida juegan un papel fundamental en este proceso.

Según el Dr. Julián Tamayo, ganar tan solo 1 kg de masa muscular puede reducir el riesgo de pasar de prediabetes a diabetes en un 15%. La clave está en la combinación de una alimentación saludable y una rutina de ejercicio regular.

La reducción del peso corporal en un 7% puede disminuir el riesgo de diabetes hasta en un 60%. En este contexto, la dieta mediterránea, la dieta kilómetro cero y la dieta atlántica son esenciales para recuperar la salud y alejarse de los alimentos ultraprocesados, tan comunes en los estilos de vida occidentales.

El ejercicio también es crucial para la prevención de la diabetes. La recomendación es realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana, con énfasis en el entrenamiento de fuerza, que ayuda a mejorar el manejo del azúcar en el cuerpo. De hecho, cualquier cantidad de ejercicio es mejor que ninguno, y que la planificación y el establecimiento de metas realistas son vitales para mantener una rutina a largo plazo.

Otro aspecto importante es el sueño.

La falta de descanso está asociada con un aumento en el consumo de calorías y una disminución de la sensibilidad a la insulina, lo que contribuye al aumento de peso y al deterioro de la salud. Por eso, respetar los horarios de sueño es clave en la prevención de la diabetes.

Son los pequeños cambios, como usar más las escaleras en lugar del ascensor, los que pueden marcar una gran diferencia en la salud cardiovascular y ayudar a evitar complicaciones futuras. Además, buscar la orientación de profesionales de la salud, como médicos y nutricionistas, es crucial para alcanzar los objetivos y prevenir la progresión de la prediabetes.

En algunos casos, cuando la dieta y el ejercicio no son suficientes, existen tratamientos médicos que pueden ofrecer una solución adicional para evitar que la prediabetes se complique.

Rompiendo mitos sobre la diabetes tipo 2 y la prediabetes

La diabetes tipo 2 está rodeada de muchos mitos que dificultan su comprensión y tratamiento.

Uno de los principales mitos es creer que esta enfermedad solo afecta a personas mayores o que es causada únicamente por un alto consumo de azúcar; pero nada más lejos de la realidad.

Uno de los errores comunes es pensar que la diabetes y la prediabetes son solo problemas del azúcar. En realidad, estas condiciones implican a múltiples órganos y reflejan un envejecimiento prematuro del cuerpo.

Las complicaciones como infartos, ictus y problemas renales, que normalmente se esperan en la vejez, pueden aparecer décadas antes en personas con diabetes no controlada. Esta situación no solo afecta a adultos, sino que cada vez más niños y jóvenes están desarrollando diabetes tipo 2 debido a cambios en los estilos de vida.

Otro mito común es asociar la diabetes solo con el consumo excesivo de dulces. Aunque los azúcares añadidos juegan un papel, otros alimentos como los almidones y algunos productos ultraprocesados, como yogures cargados de azúcar, también contribuyen al riesgo.

Además, la idea de que solo las personas con sobrepeso u obesidad pueden desarrollar diabetes es incorrecta; aunque también afecta a personas con un peso normal, ya que el riesgo no depende exclusivamente del peso corporal, sino también de la cantidad de masa muscular y otros factores.

El estrés, aunque no es la causa directa de la diabetes, puede desencadenar o acelerar problemas preexistentes, lo que hace aún más importante actuar cuando se detectan niveles elevados de azúcar.

Desde un punto de vista social y económico, la diabetes representa una carga considerable para los sistemas de salud. En España, se estima que se gastan aproximadamente 15.000 millones de euros anuales en el tratamiento de la diabetes y sus complicaciones. Si no se toman medidas a tiempo, este gasto seguirá aumentando debido al envejecimiento de la población y al creciente número de personas diagnosticadas con diabetes.

La prevención y el diagnóstico temprano son esenciales no solo para mejorar la calidad de vida de los individuos, sino también para reducir el impacto económico en la sociedad. Actuar a tiempo puede prevenir complicaciones como la pérdida de visión, infartos o ictus, que son cada vez más comunes en personas jóvenes.

En resumen, la diabetes tipo 2 y la prediabetes no son solo cuestiones de azúcar o de personas mayores. Es fundamental romper con estos mitos, educar a la población y actuar de manera proactiva para evitar que esta enfermedad siga avanzando.

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