Hacer deporte es sinónimo de bienestar, pues sus beneficios para nuestra salud han sido ampliamente respaldados por la ciencia en multitud de investigaciones. Sin embargo, sea cual sea el deporte que practiques, es necesario que incorpores una serie de rutinas previas a tus entrenamientos para que sean seguros con tus articulaciones, ya que si te saltas el calentamiento podrías sufrir lesiones.

 

En Bioksan te mostramos cómo puedes preparar tus articulaciones para evitar lesiones en función del deporte que practiques.

Running

Si eres un runner apasionado, debes saber qué partes de tu cuerpo se encuentran en mayor riesgo de lesión cada vez que realizas una carrera. La dureza de los terrenos que recorres es clave para no someter a demasiado estrés a tus articulaciones, y en este caso las rodillas son las que más trabajo realizan.

Eso no quiere decir que el running sea malo para tus rodillas, a menos que padezcas alguna condición como artrosis, pero has de tener la técnica de correr adecuada y, por supuesto, calentar bien las rodillas y tobillos antes de iniciar cada marcha. ¡Prueba a realizar giros circulares con tobillos y rodillas y haz unas cuantas sentadillas en tu activación!

También es recomendable estirar los isquiotibiales, cruzando las piernas y bajando el tronco intentando tocar los empeines mientras se mantienen las piernas sin flexionar.

Fútbol

El fútbol implica cambios de ritmo y dirección, contacto físico y golpeos de balón con los pies. Todo un reto para las articulaciones del tren inferior.

Los futbolistas han de realizar un calentamiento exhaustivo de caderas, rodillas y tobillos, mediante ejercicios como flexiones y extensiones, movimientos de cintura en círculo, hacia delante y atrás, llevar las rodillas al pecho, zancadas laterales, saltos

 

 

Tenis y otros deportes de raqueta

El tenis es un deporte muy completo y realmente exigente con las articulaciones tanto del tren superior como inferior.

Un calentamiento adecuado en tenis comenzaría con unos minutos de trote, para ir aumentando la temperatura de las articulaciones. Luego, siguiendo con el tren inferior, se suele realizar skipping (rodillas hacia arriba mientras se avanza), saltos, pasos laterales y las clásicas sentadillas.

¡Y no olvidemos el calentamiento de tren superior con raqueta! Los hombros, codos y muñecas son articulaciones muy delicadas en el tenis, de modo que su activación debe tomarse muy en serio.

Por ejemplo, los ejercicios más sencillos son botar la pelota contra el suelo y hacer toques con la bola, e incorporar giros de muñeca en todas las direcciones, swingers u oscilaciones de brazos. Y una vez notes que has entrado en calor, puedes ir incorporando peloteos, voleas, saques, etc.

Natación

Los movimientos que empleamos al nadar implican a todas las partes del cuerpo, y pese a que la natación es un deporte de bajo impacto para las articulaciones, pueden producirse lesiones en el cuello, espalda, rodillas

Para reducir la probabilidad de sufrirlas, basta con seguir una rutina de calentamiento adecuada. En primer lugar, ejecuta movimientos con el cuello de arriba abajo (como si estuvieras asintiendo) y hacia los lados (negando). Después, ponte la mano en la frente y sostenla firmemente mientras intentas empujarla hacia atrás con tu cabeza, pero sin vencer la resistencia.

Para preparar la espalda, lo mejor son los estiramientos. Por ejemplo, puedes colocar los brazos por encima de la cabeza y poner una mano en la espalda, presionando con la otra mano el codo hacia abajo.

Otra posibilidad es que gires el tronco a ambos lados mirando hacia atrás, mientras te mantienes erguido.

Para los brazos, se recomienda realizar movimientos de circunducción con los brazos extendidos y flexiones y extensiones de codos.

Y para el tren inferior, prueba con elevaciones alternando ambas piernas y circunducciones de cadera.

 

Cuida tus articulaciones ¡también con tu dieta!

Eres lo que comes”, suelen repetirnos desde la infancia para convencernos de los beneficios de llevar una dieta variada. Esta es una expresión tan acertada como la recomendación de consumir más calcio, fósforo, magnesio, silicio y azufre para cuidar de tus articulaciones.

Por esa razón es imprescindible incorporar alimentos ricos en estos nutrientes a nuestra dieta, como son:

  • Frutos secos: Las pipas de girasol, los anacardos, las almendras, los cacahuetes y otros muchos frutos secos son ricos en magnesio, que tiene la capacidad de reducir la inflamación de las articulaciones.
  • Verduras de hoja verde: También son una fuente rica en magnesio y en silicio, que favorece la formación de cartílago articular.
  • Legumbres: Ricas en calcio, que es fundamental para tener unos hueso fuertes, así como en hierro y magnesio.
  • Hortalizas: Ricas en azufre, que interviene en la formación de colágeno para mantener saludable el tejido conectivo: cartílagos, tendones, músculos…
  • Lácteos: Por su aporte en calcio y fósforo.
  • Pero todavía tienes otra opción para de cuidar de tus articulaciones naturalmente: tomando un complemento alimenticio como Artiok, que forma una matriz de sustentación para órganos y tejidos, y mejora la firmeza, elasticidad e integridad de estructuras como los tendones, articulaciones y ligamentos.

Su fórmula contiene colágeno tipo II (UC-II)® no desnaturalizado, cuya capacidad para mejorar la movilidad de las articulaciones ha sido demostrada por múltiples estudios. Y también incluye ácido hialurónico, presente de forma natural en nuestras articulaciones, además de magnesio, que reduce la fatiga y contribuye al correcto funcionamiento del aparato locomotor.

La cúrcuma y la boswellia, tradicionalmente empleados para aliviar la inflamación, también son otros de sus componentes.

En Bioksan somos especialistas en cuidar de las personas de forma natural, y es por ello que queremos ayudarte a deshacerte de tus problemas articulares.

¡Nuestro éxito es hacerte sentir bien!

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